Una indigestion puede ser señal de un infarto


Los infartos cardíacos son condiciones graves que se deben a la obstrucción de un arteria coronaria, lo que hace que una parte del corazón deje de recibir oxígeno.  Hoy en día las personas tienen mucha información sobre este tipo de eventos y buscan ayuda médica ante un dolor muy fuerte en el pecho, sin embargo es posible que ocurra un infarto sin este característico dolor.


Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte a nivel mundial, esto ha sido un hecho por muchos años y pareciera que seguirá siendo así por un tiempo más. A pesar de los avances en materia de medicamentos y tratamientos tanto conservadores como invasivos las demás patologías no han logrado destronar a los temidos infartos y accidentes cerebrovasculares.

Con la finalidad de reconocer tempranamente los eventos como los infartos, médicos, comunicadores y diversas organizaciones han insistido en brindar toda la información sobre las características que hacen que ante un dolor torácico deba sospecharse un ataque cardíaco.

Por lo general una angina o un infarto producen un dolor muy intenso en el pecho, predominantemente del lado izquierdo que se puede irradiar al hombro, brazo o mandíbula, lo característico de este dolor es que tiene un carácter opresivo y los pacientes lo describen como una sensación de que le estuvieran apretando el pecho y no los dejaran respirar.


Infartos silentes o infartos sin dolor


A pesar de esta descripción clásica y “de librito”, un grupo de pacientes pueden estar desarrollando un infarto sin siquiera sospecharlo. Esto se debe a que el corazón tiene una cara inferior que se apoya directamente sobre el diafragma, cuando ocurre la obstrucción de una arteria que irriga esta zona se produce un infarto que produce más bien dolor en el estómago y nauseas lo cual, por lo general, no hace pensar en un problema cardíaco sino más bien de índole digestiva, siendo considerado una indigestión..

Por esta razón ante un dolor opresivo en la parte alta del abdomen que dure más de 20 minutos y que se acompañe por nauseas, cambios en la presión arterial, sudoración o presión en los brazos es recomendable buscar ayuda especializada y descartar que no se trate de un infarto cardíaco.

Infarto cardíaco en el diabético


Otro caso en el que puede ocurrir un infarto sin que nadie lo sospeche es en las personas diabéticas.

La diabetes produce alteraciones en las terminaciones nerviosas, de hecho muchos diabéticos han visto como pierden la sensibilidad en la parte baja de las piernas y en los pies, lo que ocasiona la llamada neuropatía diabética que ocasiona lesiones en los pies que pueden resultar graves.

Así como pierden la sensibilidad en la piel, pierden también la sensibilidad en estructuras internas como el corazón, pudiendo presentar infartos cardíacos sin sentir dolor en el pecho.  Por lo general estas personas acuden a emergencia por malestar, desvanecimiento, sudoración y nauseas y se llega al diagnostico de infarto al practicar el electrocardiograma.





Comentarios

  1. Espero que nunca me llegue a pasar ya que normalmente si que como muy rápida, espero cambiar ahora que me has informado de las contrapartidas, genial post

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