Rompiendo los ciclos del dolor crónico




Como se planteo en nuestro post anterior, el dolor crónico lleva a la aparición de una serie de ciclos que de ser mal manejados inevitablemente llevaran a quien lo padece al aislamiento y a la incapacidad. En este sentido la actividad física constituye el mejor aliado para romper estos ciclos y evitar quedar atrapado en él.


Si bien tener un dolor permanente o al menos muy frecuentemente no es ni fácil ni agradable, como en toda enfermedad crónica el primer paso es siempre aceptar la enfermedad y hacer las paces con ella.

La enfermedad es parte de la vida cuando se tienen padecimientos crónicos y cuando hay la voluntad es posible vivir con ella teniendo una buena calidad de vida si se logra controlarla adecuadamente disminuyendo el impacto de esta sobre la salud general.

En este sentido modificar y mantener buenos hábitos en la alimentación y en la actividad física son los mejores aliados para romper el ciclo del dolor crónico, incluso estos cambios pueden contribuir a tratar y mejorar la enfermedad que esta originando el dolor.

En el caso particular del ejercicio es posible que al comienzo ejercitarse empeore un poco el dolor, sin embargo en la medida que lo practique de forma regular vera como se incrementan tanto su fuerza como su resistencia y su flexibilidad lo cual le ayudara a disminuir el dolor y la rigidez.

La forma correcta de iniciar el ejercicio


Antes de dar inicio a un aumento en su actividad física es recomendable que sea evaluado por su médico con la finalidad de poder determinar su estado general de salud e identificar cualquier condición que constituya una contraindicación o bien que amerite ser controlada previamente  para poder realizar ejercicio de forma segura.

Si tiene mucho tiempo sin ejercitarse o existen limitaciones físicas producto de enfermedades musculo esqueléticas o articulares la mejor forma de iniciarse en la actividad física es guiado por un fisioterapeuta, llevando a cabo actividades de estiramiento y de amplitud de rango de movimiento articular. Posteriormente se podrán incorporar ejercicios aerobicos de bajo impacto como caminar o nadar incrementando la fuerza con aditamentos tipo pesas o ligas.

Al inicio debe ejercitarse por periodos de  tiempo breves y con actividad de poca intensidad, posteriormente en lo que vaya adquiriendo resistencia podrá incrementar estos  parámetros a tolerancia.

Cree una rutina y esmerese en cumplirla


La constancia es la clave del éxito, y en este sentido el ejercicio no escapa a esta máxima, para lograr ser constante le serán útiles los siguientes consejos:


  • Ubique un horario que le resulte cómodo y que pueda mantener en el tiempo, procure que alcance al menos los 30 minutos al día, de 3 a 5 veces por semana.
  • Busque un sitio cómodo o que le resulte agradable que además sea de fácil acceso y le quede cerca de su residencia.
  • Lleve a cabo una actividad que sea de su agrado y con la que se sienta a gusto. No olvide calentar antes de practicar cualquier actividad física.
  • Incremente la actividad física en sus actividades diarias, una buena forma de hacerlo es procurar usar las escaleras en vez del ascensor, caminar trayectos mas largos para ir al trabajo o al dirigirse a algún sitio, desplácese de una a otra área de su casa varias veces al día.
  • Premiese cada vez que logre las metas.
  • Si el dolor se intensifica o aparece un dolor con un patrón distinto al que usted esta habituado deténgase y consulte a su médico.





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